Monkayak se concentró en Castellón para realizar junto con las veteranas de allí una convivencia en
la que compartir experiencias, sensaciones y divertirnos.
Scorpa, las veteranas del club Castellón junto con algunos veteranos y
chavales. El club lo tienen en el mismo puerto. Nos enseñaron las instalaciones y nos explicaron como son diariamente sus entrenamientos y
donde, con las dificultades que lleva el remar rodeadas de tantas embarcaciones
de distintos tamaños.
distinta al río, sin los márgenes que éste nos da . Han de avisar diariamente
que lo van hacer, y por supuesto que durante la noche, aunque con mucha
iluminación, lo tienen prohibido.
que nos adjudicaron a cada una de nosotras surfsky y k2 surfsky. El mar estaba
algo movido, pero la jornada se presentaba emocionante. Primero salimos de lo que era el puerto propiamente dicho,
para girar a la izquierda y continuar paralelo a un largo muro de un kilómetro
y medio. De éste nos alejamos bastante mar adentro para no tener tanta
dificultad por el golpe continuo del mar en él.
con el sol y la brisa bordeando la costa en todo momento, pero a una distancia
prudencial que nos iban indicando ellos. Cuando ya nos encontrábamos enfrente de
Benicassinm, no pudimos desembarcar, porque la fuerza que llevaban las olas era bastante fuerte y creían que era mejor no llegar
a la orilla, regresando de nuevo al
puerto.
se hizo de unas 4 horas, con olas uniformes que fueron aumentando a medida que
pasaba la mañana, pero con la ayuda de
nuestros anfitriones nos resultaron excitantes y divertidas y hubo algún momento un poco duro y complicado, aunque éste
sirve para superarte y coger experiencias nuevas y ver el lado positivo, que siempre lo tiene.
Después de esta jornada, comimos en el puerto y
descansamos una rato en una terraza, para visitar el casco viejo de Castellón
con la ayuda de nuestros guías turísticos, Lourdes y Jorge. Éstos nos explicaron
y enseñaron rincones preciosos de la cuidad. Disfrutamos de las calles,
monumentos, puertas, y visitamos una
casa tradicional con sus aperos, útiles, ropas , trajes típicos,
instrumentos….preciosa la visita y muy amena.
Ya por la noche, cenamos en un bar típico en Grao de Castellón, sobre todo pescado de la zona. Una copa, muchas risas y para casa, que estábamos algo cansadas.
También realizamos una pequeña caminata, para visitar una sierra cercana a Castellón.
Un gran club con personas excelentes que nos hicieron sentirnos como en casa y con una filosofía parecida al nuestro. Os esperamos en la próxima que será aquí y muchas gracias por todo.







